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Don Jabba Soprano di Corleone de Todos los Santos, acá Jabba el Hutt, acá Pizza el Hutt en Cataluña, acá hijo de puta por sus rivales, fue un célebre personaje de los bajos fondos del multimetaverso. Lideraba con puño de hierro y codo de flan al poderoso Clan de la Pizza, una de las mafias intergalácticas con mayor peso en bolsa (no en vano el poderoso Jabba pesaba unas cuantas toneladas él solito, jaja qué chispa) y tenía bajo su control un sinfín de grupos y bandas de dudosa buena presencia.
Nació, murió y vivió, en ese orden
Jabba Soprano di Corleone de Todos los Santos nació en Don Vito Corleone. Su padre era autobusero y su madre ama de casa (vamos, que no hacía nada) y el joven Jabba era el menor de siete hermanos bastante hijoputas que le cascaban al crío y le puteaban haciéndole ir a comprar el pan, sacar la basura, pasear el perro, comprar el periódico, limpiar el autobús, hacer la compra, lavar la ropa, fregar los platos, limpiar el polvo, comprar costamen para sus hermanos, ayudar a vestirse a la abuela (y otras cosas de variada índole), comprar el tabaco, y repartir el periódico en el barrio para traer algún beneficio y ser de alguna utilidad en la familia.
Una vez, al pequeño Jabba le llamó la atención un lujoso vehículo que se acercaba al barrio todas las semanas y del que salían unos hombres que imponían miedo y respeto allá donde iban. Estos hombres eran unos tremendos mafiosos que iban a extorsionar al pequeño comerciante, y el jefe de este grupo era el temible Juan Alberto Belloch, uno de los capos de la poderosa Familia McDonalds. Se ofreció a limpiarles el coche, y los mafiosos le compensaron con pingues beneficios, a lo que su padre le correspondió con una somanta palos por haberse juntado con tan mala gente. Pero el muchacho no se desanimó y comenzó a realizar pequeños favores para los mafiosos, hasta que un buen día, lo introdujeron en la banda. A raiz de trabajar para la Banda del Payaso, el joven Jabba almorzaba, comía, merendaba, cenaba y recenaba la pseudocomida de la banda, con lo que el muchacho comenzó a engordar cosa mala, hasta convertirse en un mastuerzo. Gracias a ello pudo correr a ostias a sus hermanos, a su madre, a su padre, a la abuela y al perro. Luego se los comió, pues la pseudocomida provocó en su sistema una reacción química estrógenadiarreoanafiláctica que derivó en una sebosis, esto es, ataques masivos de hambre.
El haber despachado a su familia despertó el interés del lider de la Familia, Ronald McDonald, quien a través de sus lacayos le iba asignando misiones, siempre bajo la guardia y vigilia de Belloch, quien ganaba reputación gracias al éxito de la incipiente estrella del crimen. Resultó que Jabba trabajaba mejor conspirando que relaizando robos, y en una de esas, se le ocurrió comerciar con una drogaína practicamente desconocida, que descubrió en una taberna turca: el valioso caldofrán. Los resultados fueron inmediatos, medio universo era ya adicto al caldofrán, y los beneficios subieron como el Euribor, provocando que Jabba ascendiera meteóricamente a las posiciones más elevadas de la familia. Pero el ambicioso hutt quería el monopolio de su caldofranera idea, así que, mientras McDonald se disponía a la sesión de abusos sexuales infantiles de la tarde, y con el apoyó del siniestro Belloch, Jabba reptó hacia él y se lo comió. La indigestión que siguió a continuación le hizo agonizar fuera de combate durante tres meses, durante los cuales casi todos los esbirros se habían matado entre si. Una vez recuperado, Jabba se apoderó del negocio y disolvió a la familia, quedando solo los esbirros de su confianza. Empezaba la era de Don Jabba, el Hutt.
El Poderoso Don Jabba se hizo construir un suntuoso palacio en el selecto y cosmopolita Tatooine, en una comarca limítrofe a Villapona de la Catufa. Dicho palacete se llenó con la escoria de la confianza del Hutt, capos grotescos de horrendo aspecto que se dedicaban en exclusiva a cosas abyectas, todos ellos comandados por el promocionado consiglieri Belloch, ahora subordinado de su antiguo pupilo. Allí se daban fiestas, bacanales, raves, etc, y Jabba disfrutaba todo el día poniéndose ciego de sustancias como caldofrán fumadas directamente de su pipa de agua o narguilé.
El seboso cerebro del Gran Gusano no dejaba de pensar, así que siguió explotando el mundo de la alimentación y la hostelería. Sus expertos elaboraban pseudocomida de todo tipo de variedades, hasta que dieron con la clave: vómito horneado al grill con otros ingredientes sobrantes de la fabricación de pseudocomida. Nació la Pizza Hutt (falsamente atribuida a los italianos fascistas de toda la vida para despistar a las autoridades fascistas de toda la vida). Tras extorsionar a las personas adecuadas y liquidar a otras tantas, el producto salió al mercado con un éxito arrollador, y Don Jabba ocupó la portada de la revista Time como mafioso del siglo.
El creciente poder de Don Jabba se extendía desde las periferias del Imperio Frikihasta la mansión Playboy (cuyas conejitas vivian a costa de esta lorza viviente) y miraba con interés el núcleo del mismo, pero otros rivales igualmente poderosos querían no solo impedir su expansión sino que también apoderarse del comercio de valioso caldofrán, las organizaciones más importantes a las que el Gran Gusanaco tuvo que hacer frente fue la La Banda de los Pajaricos Cabreados, liderada por el no tan majo como parecía Pingu, y el temible Escuadrón de la Muerte de las Hermanas Pías lideradas en secreto por el Papa. Surgió la guerra de bandas de turno y ajustes de cuentas varios, y la Autoridad Suprema, aka el Emperador Rey de Todos los Frikis, aka ERTF, decidieron intervenir, y para ello utilizaron un nuevo terminator de última generación que habían construido: el Inspector Gadget 1.0(también conocido como Federico Jimenéz Losantos).
El cyborg comenzó a dar caza a todos los elementos más importantes, pero no daba pie con bola, así que aprovechó el Gran Gusano para llegar a un acuerdo con él. Así, gracias a la información de Jabba, el Inspector Gadget consiguió el gran éxito sideral del que disfruta hoy día, y de paso Jabba se quitaba a esos capullos de enmedio. Sí, el Inspector Gadget es un fraude. Lo siento. Los Reyes y Papá Noel son los padres. Hasta Renfe son los padres si me apuras. Mientras, el acoso entre las mafias continuaba. Es en esta época que, uno de los ocasionales agentes del padrino, el cazarrecompensas le entrega al lugarteniente principal del Papa, el Padre Apeles, conocido en la organización como el Camarlengo. La cuestión es que de tan ridículo que era, a Jabba le hizo gracia y lo encadenó a su poltrona, condenándole a hacerle de reir todos los días. Poco a poco, el Padre Apeles se fue transformando en una especie de gremlin marrón devorador de setas alucinógenas que no deja de descojonarse de todo lo que ve.
Finalmente, los tres líderes se reunieron en secreto a hacer el botellón de la paz y Don Jabba aprovechó para comérselos, pero no lo consigue, la goleta lo persigue, y estos ponen pies en polvorones. El miedo a que el Padrino se los coma hizo que acabara la guerra y los dos bandos rivales se dedicaron casi exclusivamente al tocomocho y al robo de gallinas.
Jabba se fijó en un prominente contrabandista y narcotraficante llamado Calzón Milenario. Estos dos realizaban las mejores entregas de caldofrán y evitaban todos los cruceros de la Autoridad. Así que se los robó a la competencia los contrató para sus servicios, sobre todo tras enterarse gracias a los espías buscadores de la empresa con la que secretamente se asocia, Google, de que el camello en cuestión no era otro que el eminente y altamente buscado Doctor Indiana Jones, el número uno de los más buscados debido a que por su culpa el Imperio Friki fue casi destruido y arrasado en su casi totalidad, casi. Lo suyo fue es que fue una buena inversión pues Solo y Chui controlaban el menudeo y las huidas con los grises detrás mejor que nadie. Lo malo es que el camello se buscó jaleo con el ocasional agente de Don Jabba, el cazarrecompensas Bob. Sus continuos rifi-rafes y zig-zags provocaban pérdidas y a Jabba le entraban ataques de mal genio y se comía al que pillaba por delante en su palacio.
Finalmente, una nueva banada liderada por un tal Marcellus Wallace (quien era una personalidad oculta de el Comandante Cobra) comenzó a torpedear las rutas del caldofrán, y unos matones de Marcellus, Samuel L. Jackson y John Travolta abordaron un buen día el Calzón Milenario y robaron el valioso caldofrán. Jabba se comió media corte y sugirió a los camellos que le devolvieran la pasta so pena de aplastamiento gusanil.
Finalmente Solo acabó congelado como una vulgar merluza y acabó uniéndose a una facción terrorista, Médicos Sin Fronteras.
Sigue habiendo tensiones entre las bandas, pero el Clan de la Pizza sigue siendo fuerte, aunque Don Jabba, cada vez más abotargado entre sus lorzas, dedica más tiempo a calentar el ambiente con strippers y fumando caldofrán en su narguilé que en hacer el mal en el universo. Se dice que ahora está escribiendo unas memorias y se retirará a un lujoso apartamento en Marina D'Or.
En tiempos de Jabba, la Familia se dividía, como siempre, según rangos. Después del jefe iba el Consiglieri, en este caso, Joaquín Belloch, seguido de los Capos o capitanes, quienes gobernaban sobre los caporegime, los risoto, los tagliatelli, los fetuccini, los gnoki, los salsa al pesto, los funghi porcini, etc.
Tras los gobiernos mafiosos de los excelsos Vito Corleone y Michael Corleone, llegó el Carlos II de tunro, Ronald McDonlad hasta el actual jefe de estado de la Mafia, el propio Jabba.
También en ocasiones lugarteniente o subjefe, según casos, se sabe que en tiempos de Don Vito era un tal Genco, en tiempos de Don Michael Corleone era Tom Hagen, mientras que el actual cargo bajo las lorzas de Jabba lo ocupa Juan Alberto Belloch.
Bajo las órdenes del lugarteniente están los capitanes o Capos. Algunos cargos famosos en sus tiempos fueron Peter Clemenza, Sal Tesio, Al Neri, Gandhi o Truman Capote. En el caso del gobierno de Jabba tenemos a:
Los Caporegimes, o en tiempos de Jabba, Risotos, son los que dan la cara ante el éxito o fracaso de los matones, de los mafiosos de a pie, tienen el cargo más puto de la banda. Los Risotos más importantes actualmente son:
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Otros
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